Sin querer regresé...

Escribiré y escribiré sobre ti...
quiero saturarme, empalagarme, asquearme.
Solo para olvidar y por fin sentirme libre.

Cada vez es más dificil... ¿...cómo puedes lograr vivir si una parte de ti ya no respira...?

En realidad estoy deshecha. Debes pensar que estoy loca. Hay días en que me pregunto que sería de mi si no te hubiera conocido.
Probablemente mi corazón seguiría dormido.
...Sabes? La mayoria de los días regreso a ese lugar. ¿Tu lo has hecho?...

Todo esta tan ordenado. Justo faltando 5 min. para dejar de mirarnos. El señor del autobus todas las veces tiene que irse a buscar algo. Tu siempre con esa sonrisa me invitas a buscar nuestro lugar. Y siempre hay poca gente. Las señoras no se deciden a entrar y ese muchacho de camisa blanca sin razón aparente, tiene el número de su asiento hasta el final del bus. Todo siempre esta preparado para que tu y yo nos quedemos a solas. Y entonces, en la parte final, en mi parte favorita, tu te acercas y a ojos cerrados, me robas todos los besos que nunca había dado. Pero nunca haces trampa, me das los besos más tiernos y más dulces. Siempre buscas la manera de que no me asuste. Siempre me cuidas. Nada sale mal. Y esa escena parece tan perfecta que estoy segura que cuando se la comento a alguien se burlan en silencio y me pillan con algún sueño lejano que tuve.

Extraño tus manos... Nunca había sentido tanta adrenalina al roce de una mano. Extraño la forma en como hacias caminitos con tus dedos en la palma de mis manos, casi podía descubrir que en ellas escribias palabras. Ojalá hubiera sabido que escribias. Y puedo confesarte que cuando voy al cine, siempre te llevo conmigo. Cuando empieza la película, tengo la manía de morderme las uñas, extraño que no estes allí para advertirme que no debo hacerlo de la forma más dulce. Y te comienzo a buscar de pronto, a mi lado derecho y por milésimas de segundos casi puedo verte, pero te vas, ya no estas. Eso mismo sucede cuando despierto. Ojalá te pudiera tener otra vez justo al amanecer tan cerca de mi, tu cabello liso olor a vainilla ocultando tu rostro. Me preguntaba al observarte que era lo que soñabas... de pronto suspirabas. Y cuando lograste atender a mis miradas, fuiste directo a mis labios.

Dios...extraño tanto eso...